A mediados de la década pasada, un rayo de esperanza iluminó a los trabajadores de Newsan y otras empresas tecnológicas de Tierra del Fuego. Un juicio favorable puso fin a las prácticas de contratación precaria, conocidas como “contratos basura”, que precarizaban a los trabajadores y les generaban una incertidumbre extrema.
Sin embargo, la alegría duró poco. Rubén Cherñajovsky, el fundador de Newsan, con la complicidad del Sindicato de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), encontró una forma de burlar la justicia y mantener las mismas prácticas abusivas.
Un nuevo convenio para perpetuar la precarización
En 2017, la empresa implementó un nuevo convenio colectivo de trabajo, supuestamente para ganar una licitación. Este convenio, negociado con el Sindicato, contemplaba una reducción de los salarios para los nuevos empleados. La UOM local justificó la medida argumentando que así se generarían más puestos de trabajo.
Marcelo Castronovo, delegado del Sindicato, reconoció en una asamblea que este sistema debía ser temporario y que se implementó como una medida excepcional ante la difícil situación de la empresa. Sin embargo, han pasado ocho años y los “contratos basura” de nueva generación siguen vigentes.
Sueldos desiguales para un mismo trabajo
La realidad es que estos contratos se han convertido en la norma de contratación en Newsan. Los trabajadores que ingresan bajo este régimen reciben un salario más bajo que aquellos que fueron contratados bajo el convenio anterior, incluso si realizan las mismas funciones en el mismo puesto de trabajo.
Esta discriminación salarial se suma a la falta de premios y otros incentivos para los trabajadores con contratos precarios. La brecha salarial entre estos dos grupos de empleados genera malestar y tensión entre empleados y Sindicato..
Un círculo vicioso de precarización
El “círculo virtuoso” de Newsan es simple y cruel: los bajos salarios generan conflictos laborales, los conflictos derivan en despidos, y los despidos son cubiertos por nuevas contrataciones bajo estos contratos precarios, con salarios aún más bajos que los que motivaron el conflicto inicial.
Esta estrategia de profundización de la precarización laboral ha sido posible gracias a la complicidad del Sindicato, que ha abandonado su rol de protector de los derechos de los trabajadores para convertirse en un cómplice clave y fundamental de Cherñajovsky.
La situación en Newsan es un ejemplo alarmante de cómo la precarización laboral se ha convertido en una práctica común en Tierra del Fuego en general y en Ushuaia en particular. Las empresas más mimada por el esquema de subsidios del Estado Nacional hace lo que quiere con esa plata. La falta de control sobre qué hacen los empresarios amigos del poder con el dinero de los contribuyentes es alarmante.
Las autoridades nacionales deben tomar medidas para acabar con estas prácticas abusivas y garantizar que todos los trabajadores tengan acceso a condiciones laborales dignas, y así el Régimen de Promoción Industrial de Tierra del Fuego no siga siendo “un negocio de dos empresarios vinculados a la política”.