Lejos de empezar a soldarse, la fractura en el peronismo de Santa Fe se sigue astillando. Después del congreso partidario que escenificó la división entre sus tribus, sobrevuela la posibilidad de la judicialización y suenan voces para que se separe a los disidentes —sobre todo al perottismo— de la mesa chica del justicialismo, donde se definirá la lista de constituyentes.
Con sus matices, los sectores de Omar Perotti y Marcelo Lewandowski, además del Movimiento Evita, fueron a plantear la libertad de acción. Con este esquema, podrían presentarse distintas listas peronistas y que eventualmente articulen posiciones en la Convención Constituyente.
Del otro lado quedaron los senadores, que lideran el partido a través de su presidente, Guillermo Cornaglia, el rossismo, La Cámpora y Vamos, que nuclea a los intendentes y presidentes comunales. Ese eje planteó que todos los sectores deben encolumnarse en una lista única del PJ.
La polémica por los delegados
Comenzado el congreso, el perottismo, los alineados con Lewandowski (que no vienen participando de la orgánica del PJ) y el Evita se retiraron del encuentro partidario. Referentes de los espacios enviaron mensajes a su tropa en el que señalaron que se trataba de una votación amañada, con congresales fantasma que no podían ser identificados.
“Había más de 30 tipos con las cámaras apagadas, y en lugar del nombre decía la marca y el modelo del teléfono. Fue un papelón”, dicen desde un sector que se retiró del congreso.
Desde la conducción del partido rechazaron las críticas. “El congreso se llevó a cabo conforme a las normativas vigentes, lo que permitió una amplia participación y una efectiva certidumbre sobre la identidad de los congresales, gracias a la presencia de una escribana que validó la autenticidad de los asistentes”, respondieron a través un comunicado.
Cerca de Perotti dejan la puerta abierta a presentarse en tribunales a denunciar las irregularidades. “Lo estamos evaluando como una posibilidad”, reconocen.
Sin embargo, aunque se encaminan a jugar por afuera del PJ al igual que el rafaelino ni Lewandowski ni el Evita tienen en carpeta acompañar al perottismo en la Justicia.
A las diferencias históricas se suma que la semana pasada el diputado nacional Roberto Mirabella, alfil de Perotti, rompió con el bloque de Unión por la Patria. Eduardo Toniolli, vicepresidente del partido y referente del Movimiento Evita, integra la bancada presidida por el rossista Germán Martínez.
La moción de Germán Martínez
Justamente Martínez mocionó en el congreso “solicitar al consejo ejecutivo provincial a revisar y actualizar la conformación de la mesa de acción política”. Ese espacio, en el que ahora están representados todos los sectores, confeccionará las listas que se presentarán el 7 de febrero ante las autoridades partidarias.
Más que el sector de Lewandowski y el Evita, cuyos diputados Miguel Rabbia y Lucila De Ponti se plegaron al mandato de votar en contra de la ley de necesidad de la reforma, el problema es con Perotti, a quien no quieren en la instancia de definiciones.
“Fue quien nos llevó a este momento. Cerró con Pullaro que no haya internas y le votó todo a cambio de un miembro en la Corte y cuestiones personales”, dijo a La Capital la diputada nacional Florencia Carignano, principal referente de La Cámpora en la provincia.
Perotti aportó cuatro votos clave en Diputados para llegar a los dos tercios, avaló que los constituyentes se elijan el 13 de abril sin Paso y puso al exfiscal de Estado Rubén Weder en la primera tanda de nombres para cubrir vacantes en la Corte Suprema.
De todos modos, en La Cámpora destacan que no votaron nada a libro cerrado y se abstuvieron en la votación de las autoridades del congreso, porque quieren saber quiénes van a integrar finalmente la nueva mesa de acción política.
Por su lado, el perottismo niega que la mesa actual exprese la foto real del peronismo. Señala que ciertos sectores como los senadores están sobrerrepresentados y es parte de una movida irregular para expulsar a los dirigentes con más votos. “No tiene entidad en la carta orgánica como para delegarle el armado de la lista”, aseguran.
En 2023, Lewandowski cosechó 544 mil votos para gobernador y Perotti 484 mil en Diputados.
Entre los sectores díscolos indican que resultó simbólico que Luis Rubeo presidiera el congreso del PJ. En 2011, el año en que Antonio Bonfatti ganó la Gobernación, la lista encabezada por María Eugenia Bielsa ganó la mayoría en Diputados, pero Rubeo terminó como presidente de la Cámara baja.
“Él encabezó la asonada a la persona que más votos sacó, y arreglando con el oficialismo de ese momento, para presidir Diputados”, señalan.
La otra batalla: la lista para diputados nacionales por Santa Fe
En este marco, cada uno explora su propio camino. El perottismo apunta hacia una lista propia, Lewandowski sondea potenciales aliados más allá de las fronteras del peronismo y busca reclutar referentes de la sociedad civil, y el Evita marcha hacia un esquema con Ciudad Futura y los exrossistas de Comunidad.
Sin embargo, la disputa va más allá de las elecciones locales. Entre los disidentes creen que la batalla de fondo es por las listas de diputados nacionales, sobre todo si se eliminan las Paso. Allí ven un acuerdo avanzado entre La Corriente y La Cámpora para cubrir los lugares expectantes.
Este año el peronismo pone en juego las tres bancas que obtuvo en 2021. Ese año ingresaron Roberto Mirabella, la camporista Magalí Mastaler y Eduardo Toniolli.